En un mercado donde cada detalle visual cuenta, la identidad de una marca debe reflejar su esencia. Casa Domecq, con 70 años de historia, necesitaba una imagen que representara su legado, pero también estuviera alineada con las demandas del presente. Su identidad anterior no cumplía con las tendencias ni se adaptaba a los nuevos formatos digitales. Desde Sal & Picciotto, creamos una identidad visual renovada que combina tradición con modernidad y está lista para el futuro.
Casa Domecq necesitaba una identidad visual que pudiera adaptarse a las nuevas demandas del mercado y reflejar su legado al mismo tiempo. El desafío fue crear una imagen coherente y flexible que pudiera funcionar tanto en formatos digitales como físicos, manteniendo su tradición sin perder modernidad. Desde Sal & Picciotto, trabajamos para diseñar un logo renovado y un sistema visual que reflejara los valores y la historia de la marca, pero con una estética fresca y funcional. Hicimos que el diseño fuera fácilmente adaptable a todos los canales y tamaños, desde la web hasta los materiales impresos y las redes sociales. Además, le dimos a Casa Domecq una presencia más dinámica, con un enfoque más accesible que conecta con las nuevas generaciones, sin perder el prestigio y la solidez que la ha acompañado durante más de 70 años. El resultado es una identidad unificada y moderna que proyecta el legado de Casa Domecq con una visión clara y actualizada para el futuro.