Fundación Valórate llevaba 16 años transformando vidas, pero su historia no se estaba contando cómo debía. Faltaba visibilidad, sensibilidad en el mensaje y una conexión real con quienes podían ayudar. Había mucho por decir, pero sin una estrategia clara, el impacto quedaba corto. Así nació la necesidad de una estructura que organizara su mensaje y proyectara hacia afuera todo lo que ya era por dentro.
Fundación Valórate tenía una historia poderosa, pero hacía falta ordenarla, estructurarla y proyectarla con claridad. Desde el desarrollo del Foundations, trabajamos en una estrategia que alineara lo que son, con lo que comunican. Redefinimos su voz para que fuera más clara, más humana y más cercana. Propusimos campañas para visibilizar lo invisible, materiales para conectar mejor con los donantes y herramientas que fortalecieran su presencia en distintos canales. También creamos un mensaje base que dio el primer paso hacia el cambio: El TDAH es real. A partir de ahí, se construyó una narrativa sólida y coherente que sensibiliza, informa y moviliza. Hoy, Valórate tiene una hoja de ruta que no solo mejora su comunicación, sino también su capacidad de generar impacto, atraer aliados y sostener su crecimiento a futuro. El resultado es una marca que refleja con autenticidad todo lo que hace, y que empieza a conectar desde el lugar más importante: la realidad de las personas.