Actualizar la identidad de OMC Group fue una oportunidad para alinear forma y fondo. El logo anterior tenía peso, pero su aplicación era limitada: no funcionaba bien en digital, ni facilitaba la creación de un sistema gráfico consistente. Desde Sal & Picciotto propusimos un refrescamiento sutil pero estratégico, que mantuviera la esencia de la marca y la llevara a un lenguaje más limpio, flexible y actual. Rediseñamos el logo con foco en adaptabilidad y creamos una estructura visual versátil, que hoy vive con coherencia en todos los formatos. Incorporamos una paleta de colores más fresca y profesional, que equilibra seriedad con cercanía. La nueva identidad no solo responde mejor a lo técnico, también acompaña un cambio interno real: en una industria históricamente masculina, hoy el liderazgo en OMC es mayoritariamente femenino. Esta evolución se nota —y se siente— en una marca que proyecta lo que es hoy, sin perder lo que la trajo hasta aquí.